Dia 6. Curso de cocina Thai, A Thai Chocolate Experience

Anoche me despedía de mi cuaderno con el sinsabor de no haber podido disfrutar del combate de Muay Thai. Sin embargo, rápidamente cambié ese mal trago por otro amargo también pero muy rico y fresquito. Ekk me mandó un wasups para tomarnos unas cervecitas con sus amig@s en una zona de marcha muy cerca de mi hostal. Asi, en pocos minutos estaba disfrutando de buena compañía y moviéndome al son de la música que allí fluía, que a ratos bien podría haber sido la de cualquier chiringo espanhol - no veas como se les iba a algunas la cabeza con Loca de Shakira o el Ayer la vi.
A pesar de todo, no perdí mucho los papeles y a la 1 estaba ya dormidito y, gracias al zumo de cebada, sin pasar por el calvario en que se convierte concebir el sueño cada noche, gracias al sofocante microclima que se ha creado en mi habitación.

La prudencia de la noche anterior me ha permitido levantarme completamente recuperado de la larga jornada precedente y he decidido tomarme el día con tranquilidad. Aunque la calma ha de ser relativa, porque... nada, nada... tampoco es plan. Así, he buscado una actividad mucho más relajada y por 650 baths/ 16,5 euros (le he rascado 50 baths del precio oficial a la del hostal, que aquí te lo gestionan todo) me he apuntado a un curso de cocina tailandesa, o como ellos lo denominan en su folleto: A Thai Chocolate Experience.

La potencia de los fogones obliga a agitar con destreza para obtener el punto perfecto de fritura

Esa chocolatada experiencia, como ellos la denominan, merece mucho la pena. Ahora bien, has de llegar completamente en ayunas porque preparas hasta siete platos que a ver qué haces luego con ellos. Contratado el curso, la cheff principal y a la vez la chica que gestiona la escuela ha pasado a recogerme por el hostal junto a otras dos muchachas australianas que también se disponían a convertirse en artistas de la cocina.

Una vez alli, hemos tenido que decidir los platos que ibamos a preparar cada uno. Yo me he decantado de entre la seleccion de cuatro que había contratado por una Ensalada de noodles, una especie de estofado de pollo al curry (Panang Curry with Chicken), un arroz frito con nueces y pollo y otro arroz frito más con huevo, apio, pimiento morron y algunos otros ingredientes.

Mi primera receta thai, ensalada de noodles frescos

Como siempre, y como diría mi amigo Juanito; yo inventando, porque no he elegido ni uno de los platos por los que ha optado el resto. Aunque mirándolo por el lado bueno, he tenido a la profesora, Tub Tim, con dedicación exclusiva, que precisamente era la chef principal, una chica muy simpática e irónica.

Sus frases preferidas eran mix together, es decir, júntalo todo y you can cook this recipe with chicken, pork or beef, porque todos los platos estaban cocinados con pollo. A veces, y aunque Tub Tim hablaba un perfecto inglés se hacía difícil entender los nombres de algunas especies, problema que ella solventaba rápidamente llevándome las hierbas a la nariz. Claro, así mi tocha se encargaba instantáneamente de la traducción simultánea ¡Ahhh, el idioma universal de los sentidos!

 De segundo toda una combinación de arroces: Pollo con nueces, pollo frito con verduras y encebollado de anacardo

Decia lo de la ironía porque sucedió algo muy gracioso. Cuando termine de freir mi arroz, lo tenia que poner en un bold chiquitito y había llenado demasiado la espumadera. De ese modo, resultaba dificil colarlo perfectamente en el recipiente y se me ha cayó bastante. En ese momento, como si de una instruccion más se tratase me comenta: el arroz es parameterlo en el bold, no para esturrearlo en la bandeja, eso si, con una sonrisa de oreja a oreja, muy propio de los thais.

Como he dicho más arriba, y aunque en un principio lo hacia por no desaprovechar el día, ha valido mucho la pena, quiza la actividad más divertida que he realizado hasta el momento. 

Con el sabor de las hierbas aromaticas todavia en el paladar, doy por concluida esta página de mi bitácora.

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